“A modo de tregua”
Las flores, los montes, la luz y la luna: el Dios de Pessoa.
Un Dios inmanente a la realidad es el Dios de Spinoza.
La poesía es un asunto filosófico más serio que la historia.
La poesía se ocupa de lo universal: el amor, los celos, el odio, la pasión…
El filósofo piensa, luego existe.
El poeta se enamora, llora por amor, colecciona pedazos de absoluto,
canta y grita, luego existe.
La filosofía busca la razón suficiente. La poesía se manifiesta donde vive el
olvido, a través de la palabra, de los sentimientos, de las reflexiones,
de las emociones.
Razón y fe. Cuestión de lenguaje.
Van de la mano siendo mitades de lo mismo, tratando de resolver la misma
cuestión: el sentido del Ser.
Si pregunto a un sabio o si pregunto a mi alma obtengo la misma revelación.
Un único consuelo.
La filosofía es poesía, y la poesía es otra clase de sabiduría.
¿Qué nos sostiene?
A orillas del silencio nos sujeta la poesía.
Al borde del camino, la filosofía.
Donde se cuela la sabiduría de Kant, de Schopenhauer, de Nietzsche, de Borges,
de Neruda o de Lorca.
Así el corazón del hombre, junto a la lucidez de estas voces, leerá mas claro.
→ Gáldar, sede de la poesía y la filosofía