Siete años después. Pasa volando un recuerdo y mi memoria se deshilacha. No soy capaz de distinguir mis lágrimas de la lluvia. Y tu voz, tan antigua, siempre está al llegar. Siento como tus ojos me observan en las noches profundas. Ni dioses ni guías nos acompañan. Desdibujada ya la verdad…
