Tengo conversaciones con mi alma desde hace más de seiscientos años. He pasado hambre y frío y también me ha sobrado el dinero. He comido, he dormido y he reído. He llorado y he volado. También he amado. He cogido el camino equivocado y he encontrado la salida. O tarde o pronto o nunca, vuelvo a tropezarme con caras familiares. Tan solo una forma de tiempo. Fui niña, no hace mucho.
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