Deshojando el tiempo

Ahora que me salen las palabras es tiempo para brindar por la vida. Luego del adiós, del llanto y de la risa, y del encuentro fugaz: heme aquí celebrándola.

Porque la cato a cada instante; después del apretón de un abrazo y de la sacudida de un desagravio. Después del alba y del ocaso.

Porque siempre sentí que la vida está puesta  para vivirla; y aquí me tienen viviendo y muriendo cada día.  Deshojando el tiempo. Y, cuando llegue la hora y la muerte venga a recogerme la recibiré con una sonrisa agradecida y entre las nubes vacías volaré.